lunes, 30 de julio de 2012

Primer embarazo


Cuando empieces a sospechar que estás embarazada, tu cuerpo ya te habrá enviado algunas indicaciones. Normalmente las sospechas se confirman con un test de embarazo comercial o con un análisis de sangre. Ambas pruebas detectan la existencia (o ausencia) de la hormona gonadotrofina coriónica que confirma que la creación del nuevo ser ya ha empezado.

Los primeros signos de embarazo pueden ser:

· Fatiga: Los cambios que tu cuerpo está produciendo necesitan mucha energía y no te permiten realizar algunas actividades extenuantes, o simplemente resistir el sueño después de cenar.

· Náuseas y vómitos: Lo habitual es que por la mañana no sólo te cueste más levantarte, sino que te marees y no llegues al baño para vomitar. Incluso un vaso de agua puede causar arcadas. Acostumbra a ocurrir al levantarte, pero puede durar todo el día. Se sospecha que forma parte de un sistema de protección del cuerpo de la mujer durante la etapa más delicada de la formación del bebé.

· Manchas de sangre: En ocasiones, durante los primeros meses, se continúa con la menstruación aproximadamente en las mismas fechas en las que se tendría el periodo, causando cierta confusión.

· Refinamiento del olfato: Otro de los mecanismos de protección del embarazo es el rechazo a ciertos olores como el tabaco, el café o la contaminación.

· Picotear: Los antojos no son más que necesidades que tiene el cuerpo de un cierto nutriente que se traducen en cambios en la alimentación. Además, a menudo el malestar general hace que se tome mayor número de comidas con menor cantidad de alimentos.

· Cambios en los pechos: La areola empieza a oscurecerse, los pechos crecen y los pezones sobresalen más. Es uno de los primeros síntomas que nota la mujer y que la hacen sospechar de su nuevo estado.

· Malestar en la zona de la pelvis: Puede ser que la parte baja del abdomen y de la pelvis se noten distintas, y hasta con un cierto malestar, pero si detectas un dolor agudo, debes acudir al médico.

· Frecuentes ganas de orinar: A causa del cambio hormonal, puede ser que se miccione más a menudo.

El estado anímico también puede variar, en parte debido a la acción de las hormonas y en parte por la responsabilidad o la satisfacción de crear una nueva vida.

Te puedes sentir:

· feliz, especialmente si ha sido un embarazo buscado

· incrédula, porque en muchos casos no se nota nada, y hasta el análisis de sangre o incluso la primera ecografía no estás convencida del todo

· ambivalente, ya que la responsabilidad de formar y luego criar a un bebé puede ser maravillosa pero también muy dura, sobre todo si el tipo de vida llevado hasta entonces no es muy compatible con un bebé

· inestable, las hormonas hacen que la vida de embarazada sea como una montaña rusa; un día todo es estupendo y al siguiente la depresión es completa, y más con las náuseas matutinas (que, por suerte, se acaban hacia el cuarto mes)

· llena de dudas, la vida va a cambiar por completo; incluso si es el segundo hijo, nada volverá a ser igual y a veces la falta de confianza en una misma en hacerlo lo mejor posible hace que nos asalten muchas preguntas. Al final, se avanza paso a paso y la confianza en una misma se incrementa

· nerviosa, es muy normal temer a lo desconocido: las historias de partos y de largas noches sin dormir, de problemas con la lactancia... Al final todo el mundo sale de apuros con información y ayuda, y si te sientes demasiado nerviosa, coméntalo con tu médico.

En el momento en que el nuevo estado ha sido confirmado debes plantearte una serie de cosas para empezar a cambiar tu vida. Las noches de juerga hasta las tantas se han acabado durante una temporada. Míralo como algo positivo, pues estás realizando una tarea sumamente importante y mágica. Tómate las cosas con calma y empieza a cuidarte, pues es la mejor manera de cuidar a tu bebé por nacer. La cooperación con la pareja es fundamental. Ahora comienzan nueve meses donde tu pareja deberá hacerse cargo de algunas tareas de la casa con las que tú no podrás, primero por tu estado, y luego porque el cuidado del bebé no te dejará tiempo. Poco a poco, si antes tu pareja te ayudaba, ahora ambos vais a formar un equipo en el que los dos colaboraréis. Así, cuando nazca el bebé, él podrá encargarse de las tareas domésticas, mientras tú descansas y cuidas del recién nacido.

De la misma manera que el bebé está cambiando en tu interior, las cosas en el exterior también deben ir adaptándose a la nueva situación por venir. Duerme todo lo que puedas; a medida que la fatiga se apodere de ti, el sueño te vencerá. Escucha a tu cuerpo y todos los mensajes que te manda: los cambios en tu barriga, las piernas hinchadas, el corazón que poco a poco tendrá una mayor carga pues en el embarazo se genera alrededor de 1,5 litros de sangre más, los pechos que crecen, etc. Estos signos son exclusivos del embarazo y sólo los tendrás cuando estés gestando, o sea que disfruta de ellos.

Durante el primer mes los cambios exteriores son mínimos, pero lo que sucede en el interior es de suma importancia.

La fecha del parto

La fecha posible del parto se calcula añadiendo treinta y ocho semanas a la fecha de concepción o cuarenta a la fecha de la última menstruación. Como es bastante difícil saber cuando se concebió al bebé, la mayoría de médicos toman como referencia esta última fecha. Para no tener que ir contando cada vez en qué semana de embarazo estás, puedes anotar en un calendario el número de semanas hasta la semana 40, y así te evitarás contarlo cuando necesites saberlo. En los casos de embarazo múltiple, éste acostumbra a durar menos, porque no caben los bebés dentro de su mamá. En los demás casos, tanto puede adelantarse como retrasarse, pero no se recomienda un retraso superior a las dos semanas.

¿Cómo y cuando decirlo?

Una vez que estés segura de tu nueva situación, será muy difícil permanecer callada. Si no habéis abierto el sobre del análisis de sangre o hecho la prueba juntos, puedes preparar una cena o un fin de semana romántico; seguro que no lo olvidaréis, y más si es el primer hijo. Recuerda tus propios sentimientos cuando lo supiste y piensa que tal vez no se lo espere. Puede que las dudas y temores le asalten de repente, dale tiempo. Decidid conjuntamente cuándo decirlo a los demás y a quién. Hay personas que no pueden reprimirse y empiezan a llamar a todos sus conocidos, hasta a la prima en Alemania a la que nunca llama. Otras esperan por si hay algún problema y ahorrarse el disgusto de volver a llamar para decir que no fue bien. La mayoría lo cuenta a las personas más íntimas y espera a hacerlo público hacia el tercer mes. Si ya hay otros hermanos en la familia, es preferible dependiendo de la edad esperar a que el embarazo sea ya bastante visible, pues los pequeñines no tienen mucha noción del tiempo, o bien ser de los primeros en saberlos pues les da un papel muy importante como portadores de la noticia.

La elección del equipo médico

Parece demasiado pronto para decidir qué tipo de parto quieres tener, pero aunque siempre puedes cambiar de médico, el tipo de ginecólogo que elijas determinará si el parto será más o menos intervencionista, e incluso hasta qué punto tu opinión será escuchada en el momento crucial. Todos te proporcionarán un embarazo y bebé saludables, pero el camino para llegar a este destino puede ser muy diferente. Aquí te damos algunas ideas de cómo elegir a tu médico. Puedes entrevistarte con varios antes de decidirte o ya visitar a uno y a medida que sigue tu embarazo considerar si es el tipo de médico que quieres.

Consejos

Todos los consejos que te dimos en la preparación al embarazo (dejar de fumar, ejercicio, etc) se aplican incluso con más importancia una vez el bebé está ya creciendo en tu barriga. Recuerda que las primeras 14 semanas son vitales para el desarrollo de tu bebé. Últimamente, investigaciones han revelado cómo y cuando la dieta, la salud, el estado emocional y la exposición a agentes ambientales afectan la formación del feto. Según una teoría, la fatiga y las náuseas que muchas mujeres sufren durante el principio del embarazo, constituyen una manera de proteger al embrión. Cuando éste está en la fase más vulnerable, la madre tiende a disminuir su actividad física y a mantener una dieta sencilla. Al parecer la causante de esta situación es la hormona Hgc que empieza a detectarse sobre la primera semana tras la concepción y tiene su valor máximo hacia la décima semana, para luego disminuir rápidamente. A pesar de lo engorroso que es para muchas madres el malestar al principio de la gestación, éste es un indicativo de que la placenta se desarrolla muy bien y que hay menor riesgo de aborto.



Fuente: http://www.redparaellas.com/maternidad_y_familia/primer_embarazo.html

jueves, 26 de julio de 2012

Cuidado del recién nacido

Cuando se trate del cuidado de tu bebé no te presiones a seguir al pie de la letra ninguna de las instrucciones escritas que encuentres aquí o en cualquier otro lado. 
Cada bebé es un individuo con personalidad propia. 
De a poco aprenderán a conocerse y a seguir construyendo ese vínculo tan especial que se inició dentro tuyo. 
El objetivo será, entonces, ayudarte a cuidarlo sin que te compliques y a entenderlo mejor para que puedas relajarte y disfrutar de tu bebé en cada paso de su crecimiento y desarrollo. 

Exámenes 
Los primeros exámenes y evaluaciones del bebé se llevarán apenas nace: 
El test de Apgar consiste en valorar el estado del bebé al nacer. Para ello se tienen en cuenta determinados signos vitales: ritmo cardíaco, patrón de respiración y llanto, color de la piel, tonicidad muscular y reacciones reflejas. Estas mediciones y observaciones se toman en tres momentos distintos dentro de los primeros cinco minutos de vida. De acuerdo con los resultados obtenidos el médico evaluará si el bebé requiere atención especial de inmediato. 
Por otro lado entre los 2 y 5 días de vida se le realizará un análisis de sangre ( conocico como analísis del talón o pesquisa neonatal ) para detectar la presencia de la fenilcetonuria, el hipotiroidismo congénito y la fibrosis quística. En la Argentina, existe una ley que establece la obligatoriedad de este estudio. 

Mucosa 
En los primeros dos o tres días de vida es común en algunos bebés la secreción de gran cantidad de mucosa incolora que hasta puede causarle vómitos y/o regurgitaciones. Esto se debe a que ocasionalmente su estómago se llena de esta sustancia y el bebé la eliminará a través de su garganta. 

Piernas y brazos 
Normalmente, al nacer y por un período breve de tiempo después, los bebés mantienen sus brazos y piernas dobladas. Esto se debe a la posición en la que estuvieron durante los meses de gestación en el útero materno. Ante cualquier duda consultá a tu médico. 

Pechos 
En muchos casos, tanto los varones como las mujeres, nacen con sus pechos inflamados. Las hormonas maternas que han pasado al cuerpo del bebé antes de nacer son las causantes. Generalmente los pechos tardarán en deshincharse entre una semana y hasta dos meses. 
Si tu bebé tiene los pechos hinchados no intentes apretarlos, puesto que puedes causar una infección. 
Consultá a tu médico si notás que se ponen colorados. 

Flujos vaginales 
Con frecuencia, las niñas recién nacidas pueden sangrar muy levemente a través de la vagina durante el primer y segundo día de vida y hasta doce días después. Esto se debe a que las hormonas maternas han pasado al cuerpo del bebé antes del nacimiento. 
Otra posible secreción vaginal es la de una mucosa blanca inmediatamente después del parto. Este tipo de secreción es mucho más común. 
Será importante determinar si el sangrado proviene de la zona vaginal o rectal, puesto que las causas de uno y otro no son las mismas. 
De todos modos, en el caso que tu bebé esté entre estos casos, consultá a tu médico. 

Piel 
Al nacer, la piel de tu bebé puede aún conservar una vellosidad llamada lanugo en su espalda, hombros y brazos. Esto es totalmente normal y la irá perdiendo con el roce de la ropa y el baño. 
Además, es probable que notes pequeñas marcas blancas ( "manchas de leche" ) en la cara. Estas desaparecerán en uno o dos meses sin aplicar ningún tratamiento. 
Asimismo, en algunos casos notarás eritema, unas manchitas color púrpura entre los ojos, por sobre la nariz y/o arriba del área de la nuca. Generalmente desaparecerán en uno o dos años. 
Por otro lado, con frecuencia, luego del primer o segundo día de vida, los recién nacidos desarrollan una erupción colorada que se asemeja a la picadura de mosquito. Esta clase de urticaria es inofensiva y desaparecerá eventualmente. 
También puede desarrollar dermatitis del pañal. Esto ocurre ocasionalmente uno o dos días después del parto. Simplemente incrementá el tiempo de exposición de su piel al aire cuando le cambiás el pañal o cuando lo bañás. En estos casos podés pedirle a tu médico que te recomiende alguna crema para aplicarle en la zona afectada. 

Fontanelas 
En la parte centro superior de la cabeza de tu bebé donde no hay hueso del cráneo, se encuentran espacios blandos. Estas aberturas entre los huesos craneales se denominan fontanelas y permiten achicar el diámetro de la cabeza y de esa manera permitir su pasaje por el canal de parto. 
Por lo general, las fontanelas se cierran entre los seis y dieciocho meses de vida. 

Deposiciones 
En el primer y segundo día de vida tu bebé ensuciará el pañal con una sustancia llamada meconio de color oscuro, casi negro. 
Después de dos o tres días de alimentarse del pecho sus deposiciones serán color amarillo-mostaza y su consistencia floja. 
En caso que el bebé se alimente con fórmula sus deposiciones iniciales (meconio) cambiarán de tono primero hacia el verde y luego hacia el amarillo a medida que pasan los primeros días. 
A medida que tu bebé comienza a alimentarse, notarás que tendrá una deposición después de cada comida. De todos modos, la cantidad de deposiciones diarias disminuirán luego de algunas semanas. Los bebés que toman fórmula pueden ver reducidas sus deposiciones a una diaria. 
Muchos bebés lloran y se molestan con las primeras deposiciones. Todo esto es normal, siempre y cuando el bebé no esté constipado, fenómeno que se torna poco probable si le das pecho. 

Ictericia 
Durante la primer semana de vida la piel y la esclerótica (parte blanca del ojo) de tu bebé pueden tornarse amarillos. 
En los comienzos, el hígado de tu bebé no está listo para soportar el aumento de la bilirrubina, sustancia que se genera al producirse la ruptura de los glóbulos rojos. En la mayoría de estos casos esta condición desaparecerá gradualmente luego del cuarto o quinto día de vida. Sin embargo, en casos más severos se lo deberá tratar. A medida que se normaliza el funcionamiento del hígado se desvanecerá esa tonalidad de su piel y de sus ojos. 

Cordón umbilical 
Veinticuatro horas después del nacimiento se le quitará el broche que se le colocó en el cordón al nacer. 
Algunos expertos recomiendan no bañar al bebé en la bañadera para no mojar el cordón mientras no se le haya caído. Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo. Usualmente, el cordón se caerá de una a dos y hasta tres semanas después del parto. 
Lo importante es mantener el pañal por debajo del cordón para permitir que se seque con el contacto con el aire y aplicar alcohol en la parte más cercana a la piel utilizando una gasa cada vez que le cambies el pañal. 
Si la zona se torna colorada o dura o si tiene alguna secreción o mal olor puede tratarse de una infección, consultá a tu médico; él te indicará el tratamiento a seguir. 

Aumento de peso y crecimiento 
Todos los bebés pierden peso en los primeros tres o cuatro días y luego comienzan a aumentar de peso. Como regla general, los bebés duplican su peso a los cinco meses y lo triplican al año. 
Su crecimiento, aproximado es de 25 cm en el primer año. 

Pene y vagina 
Al higienizar su pene no intentes tirar del prepucio (la piel que cubre el glande), puesto que generalmente está adherido (si tu bebé no está circuncidado) y se puede desgarrar. En muchos casos estará adherido durante los primeros años de vida. Por lo tanto al higienizarlo, sólo hacelo en forma exterior. 
En el caso de las nenas, usá una tela limpia suave, agua tibia y jabón neutro para remover cuidadosamente los restos de las deposiciones que pudieran quedar entre los labios de la vagina. Siempre higienizá esta zona de adelante hacia atrás para evitar que los gérmenes del recto lleguen a la vagina. 

Ojos 
Notarás que al nacer se le colocará un antibiótico en forma de pomada en sus ojos para prevenir posibles infecciones. 
No es necesario seguir ningún procedimiento especial para la higiene de sus ojos siempre que la esclerótica (parte blanca del ojo) esté blanca. 
Para higienizar la zona usá sólo agua tibia y una tela limpia o un poco de algodón, desplazándolo desde la parte más cercana a la nariz hacia afuera. 
Si la parte blanca se torna colorada o amarillenta contactá a tu médico. 

Estornudos 
Los bebés recién nacidos suelen estornudar sin razón aparente. Con frecuencia estornudan al exponerlos de repente a la luz. 
Al estornudar despejan los orificios nasales de sustancias no deseadas. 
Si tu bebé está congestionado y tiene tos o está inapetente, consultá a tu médico. 

Llanto 
Los bebés lloran más a partir del segundo o tercer día de vida, puesto que en los comienzos está más somnoliento y menos hambriento. 
Pero tu bebé no siempre llorará por hambre. Durante nueve meses tu bebé estuvo contenido dentro tuyo. La temperatura a la que estaba expuesto era la correcta, la cantidad de alimento era el correcto, la luz o mejor dicho la falta de luz junto con los sonidos y el movimiento que disfrutaba le proporcionaban el medio ideal. 
Ahora tu bebé está en el mundo exterior y es probable que por momentos se sienta solo y desprotegido. Es por eso que a veces llorará para llamarte y tenerte cerca. Simplemente necesita sentir tu calor y tu olor. 
No temas malcriar a tu bebé al responder de inmediato a su llanto; de esta manera crearás un vínculo basado en la comprensión y ayudarás a que se sienta seguro de si mismo brindándole seguridad. No te desanimes si los comienzos son difíciles; de a poco aprenderás a reconocer los distintos llantos de tu bebé. 

Sueño 
Estudios recientes realizados por la American Academy of Pediatrics concluyen que los incidentes de síndrome de muerte súbita pueden reducirse colocando al bebé sobre su espalda y no sobre su estómago al dormir. Hasta tanto no se le seque el cordón umbilical podés colocarlo de lado, puesto que los casos de muerte súbita sólo se dan en bebés de más de 28 días de vida. Ante cualquier duda consultá a tu médico. 
Asimismo, asegurate que la ropita no le ajuste alrededor del cuello. No debe tener nada que le impida mover su cabecita hacia los lados. Además, su colchón debe ser firme y durante los primeros seis meses de vida es preferible que duerma en una cuna sin almohadas o muñecos de peluche con los que se pueda sofocar. 

Hipo 
En muchos casos los bebés tienen hipo después de comer. Esto se debe a que han tragado mucho aire. No es para alarmarse, sólo les durará de cinco a diez minutos. Podés intentar que eructe, ofrecele un poco más de leche o el chupete para apresurar su conclusión. 

Eructo 
Al eructar, el bebé libera el aire que haya tragado al llorar o comer. 
Si el bebé traga mucho aire al comer, se sentirá satisfecho y perderá interés en la leche. Al eructar eliminará el aire y de este modo seguirá comiendo un poco más. Para hacerlo colocá a tu bebé contra tu pecho en posición vertical o sentado sobre tu falda sosteniéndole el mentón con tu mano. En ambos casos palmeale suavemente la espalda por debajo de las costillas durante dos o tres minutos. 
Si no eructa intentá acostarlo sobre su pancita por unos minutos y volvé a levantarlo. Por lo general esto hace que las burbujas de aire cambien de posición y salgan. 
En ciertas ocasiones los bebés no necesitan eructar (muchos bebés que toman pecho no tragan aire al comer). Así que no te desesperes si no eructa luego de intentarlo por varios minutos. 
En ciertos casos algunos bebés necesitan eructar antes de comer, especialmente si lloraron por un rato. 

Baño 
Muchos padres bañan a sus bebés todos los días. Sin embargo, un baño completo dos o tres veces por semana es suficiente para un bebé recién nacido. 
La regla principal para el baño consiste en comenzar higienizando las partes más limpias (ojos) y por último las más sucias (cola y genitales). 
De más está decir que la cola debe higienizarse cada vez que se cambia el pañal. 
Evitá usar demasiado jabón y usá agua tibia para enjuagarlo. 
Si tu bebé no disfruta del baño, en lugar de darle un baño completo lavale la cabeza un día, el cuerpo al siguiente y sus brazos y piernas al siguiente. De este modo le habrás dado un baño completo en tres días. 
Para limpiar su nariz y oídos no utilices objetos duros ni hisopos. Un trozo de tela húmeda sobre la punta de tu dedo será suficiente. No intentes limpiar sus canales auditivos o dentro de su nariz.h 

Temperatura ambiente 
Es difícil generalizar acerca de qué temperatura ambiente debe estar el bebé. Para la mayoría de los bebés recién nacidos la habitación debe estar en 20 grados centígrados aproximadamente. Si tu bebé está muy abrigado sentirá calor y notarás que suda y puede desarrollar urticaria. 
Si tu bebé tiene frío, tendrá sus manos y pies fríos, su espalda estará fría y se acurrucará en su cuna para conservar el calor (mientras que tiene calor se estira para perder temperatura corporal). 
La temperatura ambiente será la correcta si sus manos y pies están frescos y el resto del cuerpo tibio. 
Para ayudarle a retener la temperatura corporal colocale un gorro de algodón especialmente por la noche 

Ropa 
No debería ser difícil determinar cuán abrigado debe estar el bebé. Si las temperaturas son bajas simplemente agregale ropita hasta que su cuerpo esté y se mantenga tibio. 
Si la temperatura es elevada, usá ropita liviana. Por lo general, si hace más de 25 grados sólo necesitará el pañal. 


Características del recién nacido 

•Cuando el bebé nace, su cabeza es generalmente la parte más grande de su cuerpo y hasta puede parecer asimétrica, pero los huesos de su cráneo se irán moldeando en el transcurso del primer mes. 
•Podremos notar algunos puntos blanquecinos sobre la nariz del bebé y/ó sobre sus mejillas. Esto se denomina silia y tiene que ver con que las glándulas sebáceas aún están inmaduras. Con el correr de los días desaparecerán. 
•Es muy normal observar la piel resquebrajada en las plantas de los pies y en las manos del recién nacido. 
•Su piel parecerá levemente moteada, y puede tener un vello muy finito o estar cubierta por un barniz pálido. Esto también desaparecerá en las primeras semanas 
•Pueden estar un poco hinchados los órganos genitales o las mamas y esto se debe al pasaje de hormonas de la madre en el embarazo. Luego esto desaparece. 
•El recién nacido puede toser, bostezar, estornudar, llorar, temblar. Incluso sobresaltarse ante un estímulo determinado. Tiene reflejos que hacen que chupe, hociquee y busque el pecho de la mamá. 
•El bebé puede ver y focalizar nítididamente hasta unos 25 cm, es decir, más o menos la distancia entre un bebé que se amamanta y la cara de su madre. 


 

Recién nacidos: errores mas comunes 

Como sucede con todos las cosas que se hacen por primera vez y no se ha recibido la información suficiente, te equivocaras, también puede suceder por exceso de colaboración “de la tribuna” que por querer ayudar te confunde mas. De una u otra manera no hay que desesperar, en pocos días serás una mama a prueba de todo y ya no tendrás dudas si es frio o calor, no dudaras al momento de cambiarlo o ponerlo a upa y si llora mucho sabrás si llego la hora de darle el pecho o la mamadera. 

1. Todo tiene que estar esterilizado hasta que el pequeño cumpla su primer año. 

Es cierto que una buena higiene en los bebés es fundamental, sobre todo durante las primeras semanas de vida, pero no hay que obsesionarse. El ser humano tiene un sistema inmunológico que le protege de la mayoría de los gérmenes de la naturaleza. Es la llamada inmunidad natural. En el organismo existen barreras naturales como la mucosa y las secreciones del tubo digestivo y del aparato respiratorio. Gracias a ellas los microorganismos que penetran en nuestro cuerpo la mayoría de las veces no producen infección y, es más, al entrar en contacto con ellos, se va desarrollando el sistema inmunológico creando anticuerpos. Este sistema no está plenamente desarrollado en el recién nacido, pero debemos tener en cuenta que aunque esterilicemos bien los biberones, tetinas, chupetes o mordillos , las manos de los bebés no son estériles y no podemos evitar que se las lleven a la boca. 
Lo que hay que intentar es que sus objetos estén bien limpios para que el pequeño entre en contacto con un número determinado de bacterias que le ayuden a desarrollar sus propias defensas, pero no las suficientes como para que le provoquen una infección. Otra cosa son los niños prematuros, con ellos hay que extremar la higiene, sobre todo las primeras semanas de vida. 


2. Mejor bien abrigado 

Los recién nacidos no regulan bien la temperatura corporal y tienden a enfriarse con facilidad, pero no por ello tenemos que abrigarles en exceso: podrían sudar mucho y eso les perjudicaría. Además, se ha comprobado que aumenta el riesgo de asfixia y muerte súbita. Si la temperatura de la casa ronda los 24° el niño puede estar vestido con un body y un entero de algodón, que le cubra los pies. Podemos saber si tiene frío si su pechito esta más frio que de costumbre. En ese caso conviene abrigarle más. Si por el contrario vemos que está sudando por la parte del cuello y la cabeza, es que tiene calor, así que le quitaremos algo de ropa. 


3. Sin ruidos en la casa para que duerma mas 

Para que nada perturbe su sueño, muchos padres mantienen la casa en absoluto silencio y oscuridad cuando el bebé duerme sus siestas durante el día. Si mamá también aprovecha ese ratito para dormir y descansar, estupendo, pero si no, no es demasiado aconsejable hacerlo. 
¿El motivo? Que al cumplir el mes y medio de vida los patrones de sueño empiezan a relacionar los ciclos de luz-oscuridad y el pequeño está más predispuesto a dormir más tiempo por la noche. Para que ese ciclo se consolide y consigamos que realice un verdadero y reparador sueño nocturno, el bebé debe percibir la luz del sol y habituarse a los ruidos cotidianos de la casa durante las siestas, para saber cuándo es de día. Cuando todo esté en silencio y más oscuro, es decir, por la noche, sabrá que es el momento de dormir durante mucho más tiempo. 
Además, si hay un silencio absoluto cuando el niño duerme, ocurrirá que cualquier ruido, por mínimo que sea, le sobresaltará y le pondrá en alerta. Ello conduciría a que durante el sueño del bebé se tendría que parar la actividad del resto de la familia. Y eso, desde luego, no solo no es bueno para el niño, tampoco lo es para los padres, que ser verán obligados a modificar sus horarios «para que el niño duerma bien». 


4. Hay que bañarlo todos los días 

No es que sea un error, pues la higiene siempre es buena, pero hoy en día muchos pediatras aseguran que con bañar a los bebés dos o tres veces a la semana es suficiente. Sobre todo en el caso de los que sufren dermatitis atópica, puesto que el manto graso de la piel se ve alterado con el baño y pueden empeorar los síntomas cutáneos. 
Si aseamos al pequeño todos los días tras el cambio del pañal limpiándole bien la cola con una esponja y le lavamos las manitas, no es necesario usar la bañera a diario, y menos utilizar jabón (aunque sea muy suave), salvo que al pequeño le encante el contacto con el agua calentita y le relaje para dormir. En ese caso los padres saben perfectamente qué es lo que mejor para sus hijos. 


5. Hay que cortarle el pelo para que le crezca mas fuerte y sano 

Un error muy común de primerizas es rapar a los niños que tienen muy poco pelo porque se cree que de esta forma les crecerá más rápido y fuerte. Sin embargo, los dermatólogos no recomiendan hacerlo, primero porque no es cierto que el pelo crezca más fuerte: el pelo en sí es una proteína que no tiene vida propia pero sí el folículo piloso que lo produce. Por eso, aunque se corte esa proteína, el folículo no se altera en lo más mínimo y el cabello que nazca seguirá siendo el mismo. En segundo lugar, porque si el bebé es muy pequeño es posible que, al desaparecer el pelo, le expongamos a que pierda calor corporal por la cabecita. Por esa razón, es mejor respetar su cabello, cuyo tipo, color y textura no será definitivo hasta pasado su primer cumpleaños, y vendrá determinado por su herencia genética 


6. No dejar que nadie le toque o lo ponga upa 

Es la misma obsesión por no infectar al bebé que tienen las madres que esterilizan todas sus cosas. El miedo a que alguien enfermo le contagie si le besa o le coge en brazos es muy común en todas las madres, sean o no primerizas. Sin embargo, es de sentido común saber que si alguien está enfermo, no debemos llevar cerca de esa persona al pequeño para evitar contagios. Si esa persona es sensata no tiene por qué ofenderse. De la misma manera, tampoco es adecuado (ni educado) montar una escena al impedir que nadie se acerque al niño, ni siquiera a mirarlo y, mucho menos, a tocarlo. Esto tendría sentido si lo hace alguien que no conocemos, pero en personas cercanas a la familia sería toda una descortesía, tan solo ten a mano gel de alcohol para los que llegan de la calle . 


7. Tomar necesariamente de los dos pechos en cada mamada 

No conviene cambiar al bebé de pecho antes de que termine con el primero. La leche del final es la que más alimenta y sacia porque tiene más grasa que la del principio. Una vez que ha terminado (se sabe porque el pecho que acaba de soltar está completamente blando) se le pasa al otro pecho. Si es muy pequeño es posible que quede saciado enseguida. En ese caso hay que iniciar la siguiente toma por el pecho que no tomó o que tomó en segundo lugar. Para establecer una lactancia adecuada debe mamar y vaciar ambos pechos. 


8. Hacer que duerma en la cama con los papas, cuando se queja en su cuna. 

Hay veces en las que el cansancio hace mella en los recientes papas, y si encima tiene un bebé llorón de los que no duermen ni que pensarlo, la única solución que ve es acostarle con ellos en la cama. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, puesto que corren el riesgo de quedarse dormidos con el bebé debajo del cuerpo y aplastarlo o asfixiarlo. Por eso no es recomendable hacerlo, salvo en alguna circunstancia especial o, por ejemplo, para darle el pecho por las noches. 


9. Hacer caso solo "a la tribuna" porque tiene más experiencia. 

Muchas mamás jóvenes se sienten tan arropadas y protegidas por sus madres ante su nueva situación, que creen a pies juntillas todo lo que ellas les aconsejan. La propia madre es una fuente de sabiduría y experiencia, no en vano nos tuvo a nosotras y nos crió, seguramente junto a varios hermanos más. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los tiempos han cambiado y lo que hace 30 años era ideal para los bebés, hoy ya no se recomienda, porque hay cosas mejores. Por eso, aunque a veces echemos mano de la experiencia de nuestra madre, el pediatra es la persona que más conocimientos y experiencia tiene sobre lo que es adecuado o no para nuestro hijo. En principio no deberíamos dudar de su opinión y recomendaciones, ni sustituirla por otras. 


10. La solución es ser una supermamá 

Afrontar un parto e inmediatamente después el cuidado de nuestro hijo requiere un enorme esfuerzo físico, mental y emocional. Es muy normal que existan bajones en los que la madre crea que no puede con todo (no hay que olvidar que el cuerpo no se recupera de un día para otro). Tirar para adelante, aun cuando no estamos bien, por miedo a que piensen que no somos buenas madres, no es bueno ni para la madre ni para el niño, porque a la larga perjudica a ambos. 
Por tanto, admitir nuestras limitaciones, reconocer que estamos cansadas, que el cuidado del bebé nos agobia y nos angustia por la inexperiencia, y sobre todo, ser capaces de pedir ayuda cuando una situación nos desborda, contribuye a superar la situación y no nos hace más débiles. Más bien al contrario, demuestra que somos humanas y sobre todo sensatas. 

Desde luego, no hay que olvidar que ser madre nunca es fácil, pero esas dificultades, y por supuesto las satisfacciones que reporta tener, criar y educar a los hijos, lo convierten en una experiencia enormemente positiva que enriquece nuestra vida para siempre. 


Dudas sobre el recién nacido 

Los padres primerizos suelen tener muchas dudas cuando comienzan la convivencia con el recién nacido. Por suerte, la gran mayoría de las veces no hay de que preocuparse. 

Durante los nueve meses de embarazo, la embarazada y el futuro papá se han preparado para la llegada del bebé: leyendo revistas, libros de crianza, asistiendo a clases para la preparación de la maternidad y han aprendido de memoria las recomendaciones del ginecólogo. 
Pero para la sorpresa de los papas el bebé no es como se lo imaginaban, nace con la piel enrojecida, tiene pelitos en las orejas, no es como los bebes que salen en los avisos publicitarios. Además por si fuera poco, tuerce los ojitos, hace gestos raros, respira de forma irregular y no tiene las piernas derechas. 
Los primeros días al mirar al bebé todo parece raro, las dudas se multiplican e inquietan a los papas. Por suerte, la mayoría de las rarezas que los padres observan en el pequeño son normales. Aquí enumeramos algunas de las mas habituales. 

Le cuesta demasiado hacer caca 
Si hace ruidos, hace gestos raros y se pone colorado, no se preocupen. Los músculos del bebé no están suficientemente ejercitados (lo estarán a los tres meses de vida) ya que dentro del útero realizan pocos movimientos. Además, la leche, que es el único alimento que ingieren, deja pocos residuos. Es conveniente saber que los bebés que toman mamadera suelen hacer deposiciones más duras que los que amamantan. 

Regurgita la leche 
En ocasiones, después de comer o al eructar, la criatura deja escapar un poco de leche. Esto no es malo y se debe a la inmadurez de su sistema digestivo. Lo que sí conviene es distinguir la regurgitación del vómito, este último es repentino y brusco, y el pequeño puede llegar a vomitar toda una toma entera. En estos casos se debe consultar con el pediatra. 

Tuerce las piernas y los pies 
También es factible que doble los pies hacia adentro. Dentro del útero de la mamá hay poco espacio, entonces para aprovecharlo al máximo mientras va creciendo, el pequeño tiene que mantener flexionadas las piernas, los pies doblados y la espalda cóncava. Es por eso que al nacer tiende a encoger las extremidades. Luego de unos meses sus caderas y músculos se habrán fortalecido y alargado, y su tronco y sus piernas estarán más estirados. 

Tiene las uñas de los pies encarnadas 
Sus uñas sobre todo las de los dedos gordos, se incrustan en la carne y la piel de alrededor se pone roja. Esto sucede con frecuencia en los bebés, pero no tiene importancia. Se puede comprobar fácilmente, apretándole el dedo del pie con suavidad; si la uña está encarnada, la criatura encogerá el dedo y se quejará y al poco tiempo si no se trata se inflamará y también puede infectarse. 

Pone los ojos bizcos 
El estrabismo aparente en el recién nacido se debe a que todavía no puede controlar los músculos de sus ojos y, a menudo le cuesta mantenerlos en línea cuando intenta enfocar los objetos y los rostros. Esto se considera raro si los ojos siguen pareciendo bizcos de manera permanente o pasados los tres meses. 

La piel es rara y además se le ven las venas 
El tono traslucido que presentan los bebés recién nacidos es debido a la inmadurez de su sistema circulatorio y del mecanismo que regula la temperatura de su cuerpo. A medida que se vayan perfeccionando ambos, su piel tendrá un color mas opaco. El enrojecimiento y las arrugas son pasajeros también y son consecuencia de haber estado nueve meses flotando en el líquido amniótico. 

Cuando llora lo hace sin lágrimas 
Durante los primeros días las glándulas lagrimales producen la cantidad necesaria para mantener la humedad del ojo. Esto es normal y se corrige en pocas semanas. 

Tiene vello en casi todo el cuerpo 
Esto es común en algunos bebés, es una pelusita que se llama lanugo, y a veces, también se encuentra en las orejas. Es más frecuente en los bebés prematuros pero luego de unas semanas se va cayendo hasta desaparecer. 

Su respiración es irregular 
Es posible percibir pausas breves entre una respiración y la siguiente. Esto se debe a que sus pulmones son pequeños y que su sistema neurológico tiene que desarrollarse en su totalidad. La respiración va a tardar aproximadamente unos seis meses en hacerse regular. 

Sus movimientos no son coordinados 
Después de nacer, las áreas cerebrales que están más desarrolladas son las relacionadas con los reflejos y las funciones orgánicas fundamentales, como el latido del corazón. Pero el cerebelo, que se encarga de coordinar los movimientos, no está del todo desarrollado. No se le debe dar mucha importancia ya que en unos meses va a coordinar mejor sus movimientos. 

Tiene hambre a cada rato 
El bebé necesita comer con frecuencia ya que su estómago es demasiado pequeño. Lo mejor es alimentarlo a demanda ya que es el único modo de asegurarse de que toma toda la leche que necesita. 

Sus orejas son blandas y tienen flexibilidad 
No hay que alarmarse si son un poco más flácidas de lo normal. El cartílago todavía es inmaduro pero en algunas semanas va a empezar a endurecerse y la oreja adquirirá una forma más estética. 
Tiene el ombligo sobresalido 
Los primeros días el ombligo puede parecer hinchado o sobresalir, pero generalmente, cuando el cordón umbilical se seca y cae (esto ocurre entre una o dos semanas), el ombligo empieza a tener un aspecto menos saliente. 

Tiene pie plano 
Es normal que lo parezca ya que el arco de la planta del pie se forma entre los cuatro y seis años. Sería raro si el pie ya tuviera arco, esto sería síntoma de un problema neurológico o muscular. 

Tiene un bulto en el pecho 
Lo que se llega a tocar al final de las costillas es el tope del esternón. En las criaturas este hueso está compuesto por tres segmentos y, a veces, se considera un bulto, más si el pequeño es delgado. A medida que pasa el tiempo se va recubriendo de músculo y grasa, y va dejando de ser perceptible. 

Cuando está dormido hace muecas 
Los gestos que hace mientras está durmiendo se llaman “sonrisa del sueño” y son comunes en los recién nacidos. Son contracciones involuntarias que se originan cuando está profundamente dormido o cuando pasa de una fase de sueño a otra. No hay que hacer nada porque no tienen ningún significado. 

Fuente: 
Es un documento que armamos con mi señora hace ya mas de un año recopilando información de distintos sitios sobre bebes.


Fuente: info_set