martes, 7 de agosto de 2012

Náuseas durante el embarazo: causas, complicaciones y tratamientos



¿Por qué tengo tantas náuseas ahora que estoy embarazada? 

Nadie sabe con certeza qué es lo que causa las náuseas durante el embarazo, pero es probable que sea una combinación de cambios físicos que tienen lugar en tu cuerpo. Algunas posibles causas incluyen: 


• Gonadotropina Coriónica Humana (GCH). Esta hormona se eleva rápidamente al inicio del embarazo. Nadie sabe por qué la GCH contribuye a las náuseas, pero es una causa probable porque coincide en el tiempo: las náuseas tienden a aumentar al mismo tiempo que aumentan los niveles de GCH. Es más, los embarazos en los que hay más niveles de GCH, como por ejemplo los embarazos múltiples, están asociados con niveles más altos de náusea y vómitos. 

• Estrógeno: Esta hormona, que también se eleva con rapidez al principio del embarazo, es otra posible causa. (También es posible que haya otras hormonas que contribuyan a las náuseas.) 

• Un aumento en el sentido del olfato y la sensibilidad a los olores. Es común que las mujeres que se acaban de quedarse embarazadas se sientan mal ante el olor de un perrito caliente que alguien se está comiendo en la otra esquina del comedor, y también hay ciertos olores que pueden provocar náuseas inmediatas. (Algunos investigadores creen que esto puede ser el resultado de altos niveles de estrógeno, pero nadie lo sabe con seguridad.) 

• Molestias estomacales. Los aparatos digestivos de algunas mujeres simplemente son más sensibles a los cambios que se dan durante el inicio del embarazo. Además, las investigaciones sugieren que las mujeres con una bacteria en el estómago llamada Helicobacter pylori tienen más probabilidades de sufrir náuseas y vómitos más prolongados, aunque no todos los estudios confirman esto.

Algunos investigadores proponen que ciertas mujeres están psicológicamente predispuestas a tener náuseas y vómitos durante el embarazo como una respuesta al estrés. Sin embargo, no hay evidencia concluyente que apoye esta teoría (por supuesto, si estás sintiéndote constantemente con náuseas o estás vomitando, seguramente vas a sentirte más estresada). 

¿Hay mujeres embarazadas con más predisposición que otras a tener náuseas? 

Es más probable que tengas náuseas y vómitos durante tu embarazo si tienes algunos de estos problemas: 

• Tienes un embarazo doble o múltiple. Los niveles más altos de GCH, estrógeno u otras hormonas en tu cuerpo pueden afectarte. Puede que también tengas más propensión natural a las náuseas o vómitos de lo normal. Por otra parte, esto no es algo definitivo, hay algunas mujeres con embarazos múltiples que tienen muy pocas náuseas o ninguna. 
• Has sufrido náuseas o vómitos en un embarazo anterior. 
• Has tenido náuseas o vómitos como efecto secundario cuando estabas tomando píldoras anticonceptivas. Esto está probablemente relacionado con la respuesta de tu cuerpo al estrógeno. 
• Sufres mareos cuando viajas. 
• Tienes una predisposición genética a las náuseas durante el embarazo. Si tu madre o tus hermanas tuvieron náuseas o vómitos severos, tienes más posibilidades de padecerlos. 
• Padeces migrañas o dolores de cabeza. 
• Estás embarazada de una niña. Un estudio halló que las mujeres con náuseas o vómitos severos en el primer trimestre tenían un 50 por ciento más de posibilidades de estar embarazadas de una niña. 

¿Me durarán las náuseas todo el embarazo? 

Tres de cada cuatro mujeres embarazadas sufren náuseas, y algunas veces también vómitos, especialmente en el primer trimestre. Para muchas mujeres, las náuseas son mucho peores por la mañana, pero para otras, esa sensación dura desde por la mañana hasta por la noche. La sensación de náusea o malestar generalmente comienza alrededor de la sexta semana, pero puede empezar incluso en la cuarta. 

Para la mitad de las mujeres que sienten náuseas, estos síntomas desaparecen en la semana 14. Para el resto, las náuseas desaparecen gradualmente durante el segundo trimestre, aunque también hay algunas mujeres que se sienten mal hasta el momento en el que nacen sus bebés. 

¿Afectarán las náuseas y los vómitos a mi bebé? 

Las náuseas y vómitos ligeros o moderados no afectarán a la salud de tu bebé. Si no aumentas de peso en el primer trimestre, generalmente no es un problema siempre y cuando puedas mantenerte hidratada y te estés alimentando bien. En la mayoría de los casos tu apetito regresará pronto y comenzarás a aumentar de peso.

Si las náuseas no te dejan alimentarte de forma adecuada, asegúrate de que estás obteniendo los nutrientes que necesitas tomando vitaminas prenatales. Escoge una que no tenga hierro, o que tenga una dosis baja, para que este mineral no empeore las náuseas. 

Los vómitos severos y prolongados se han relacionado con un riesgo más grande de parto prematuro, bajo peso al nacer y bebés que son pequeños para su edad gestacional. Sin embargo, un amplio estudio realizado en mujeres que estuvieron hospitalizadas con náuseas severas halló que los bebés de aquellas que pudieron aumentar al menos 7 kilos durante el embarazo, nacieron tan bien como los de aquellas mujeres que no tuvieron este problema. 

Si no tengo náuseas o vómitos, ¿significa eso que tengo más posibilidades de tener un aborto? 

No necesariamente. Es cierto que hay una serie de estudios que muestran que las mujeres que tienen abortos son menos propensas a las náuseas. (Si tu bebé o tu placenta no se han desarrollado adecuadamente, tendrás niveles hormonales más bajos en tu sistema, y por lo tanto no tendrás náuseas o tendrás menos.) 

Pero también hay muchas mujeres que tienen embarazos perfectamente normales sin náuseas o sin apenas náuseas durante el primer trimestre. Considérate afortunada, ¡y no te obsesiones si no las estás sufriendo! 

¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? 

Si tienes ligeras náuseas o vómitos, algunas medidas relativamente simples pueden ser suficientes para ayudarte. (Si este no es el caso, hay medicamentos seguros y efectivos que tu ginecólogo te puede recetar). Muchas de las siguientes observaciones no están apoyadas por evidencia científica, pero los ginecólogos y matronas a menudo las recomiendan y hay mujeres que aseguran que les han sido de mucha ayuda. 

• Come comidas pequeñas y de manera frecuente a lo largo del día para que tu estómago nunca esté vacío. Algunas mujeres encuentran que los carbohidratos les resultan más apetecibles cuando sienten náuseas, pero un pequeño estudio halló que las comidas altas en proteína aliviaban más los síntomas. 

• Mantén tentempiés y refrigerios saludables como galletitas saladas cerca de tu cama. Cuando te levantes por la mañana, cómete algunas y luego descansa unos 20 ó 30 minutos antes de levantarte. Comer algunas galletitas saladas por la noche, si tienes náuseas, también puede ayudarte. 
Por cierto, levantarte lentamente por la mañana, sentándote durante unos minutos en vez de levantarte de repente, también te puede ayudar. 

• Intenta evitar alimentos con olores que te hagan sentir náuseas. Si esto se aplica a prácticamente todo, está bien comer las pocas cosas que te gustan durante esta etapa de tu embarazo, incluso si no constituyen una dieta muy saludable. 

• Evita las comidas grasas, porque tardan más en digerirse. Además, aléjate de las comidas demasiado picantes, densas, ácidas o fritas, que pueden irritar tu sistema digestivo. 

• Intenta beber entre las comidas. Y no bebas tanto como para sentir el estómago lleno porque esto hará que tengas menos hambre. Una buena estrategia es beber fluidos con frecuencia a lo largo del día. Quizás las bebidas frías y con gas te sean más fáciles de tomar. 

Intenta beber alrededor de 2 litros y medio. Si has estado vomitando mucho, intenta tomar una bebida deportiva que contenga glucosa, sal y potasio para reemplazar los electrolitos. 

• Pon atención también a otras cosas que te pueden producir náuseas. Por ejemplo una habitación donde hace demasiado calor, el olor de un perfume fuerte, un viaje en coche o incluso ciertos estímulos visuales como luces parpadeantes. Evitar aquellas situaciones que te producen náuseas es una parte importante de tu tratamiento. 

• Las náuseas pueden empeorar si estás cansada, así que date tiempo para relajarte y darte siestas si puedes. Ver una película (¡preferiblemente donde no salga comida!) o visitar a una amiga puede ayudar a eliminar el estrés y quitarte de la cabeza el malestar. 

• Prueba con la hipnosis. Aunque no hay evidencia definitiva de que ayuda con las náuseas, se ha demostrado que es muy efectiva para combatir las náuseas durante la quimioterapia. 

• Intenta tomar tus vitaminas prenatales con comida o justo antes de irte a dormir. Puede que también quieras pedirle a tu ginecólogo si puedes cambiar a una vitamina prenatal con una baja dosis de hierro o sin hierro durante el primer trimestre, ya que este mineral puede ser molesto para tu sistema digestivo. 

• Prueba el jengibre, un remedio alternativo que parece que asienta el estómago y ayuda con las náuseas. Intenta encontrar ginger ale con jengibre real (la mayoría de los que se venden en supermercados no lo son). O raya un poco de jengibre fresco y hiérvelo en agua caliente para hacerte un té o prueba si te funcionan los caramelos de jengibre. 

Las investigaciones muestran que tomar raíz en polvo de jengibre, en cápsulas, puede proporcionarte algún alivio. Desgraciadamente, no hay forma de asegurar qué cantidad del ingrediente activo estás tomando en los suplementos de jengibre. Por eso asegúrate de hablar con tu ginecólogo antes de tomarlos. (Al igual que muchas otras cosas que son de ayuda en pequeñas dosis, los efectos de las megadosis no se conocen.) 

• Prueba una banda de acupresión, un brazalete de algodón suave que se vende en farmacias. Se pone alrededor de la muñeca para que el botón de plástico presione contra el punto de acupresión que está bajo tu muñeca. Este dispositivo, simple y barato, se diseñó para prevenir el mareo en el mar, pero ha ayudado algunas mujeres embarazadas con las náuseas, aunque las investigaciones sugieren que puede ser un efecto placebo. 

• Pregúntale a tu ginecólogo o matrona acerca de un dispositivo que estimula la parte inferior de tu muñeca con una suave corriente eléctrica. Este dispositivo de “acustimulación” es seguro, aunque puede causar que la piel se irrite localmente (asegúrate de utilizar el gel que vienen con el dispositivo para evitar que esto ocurra). Hay algunas investigaciones que muestran que la acustimulación puede ayudar. Dicho esto, ciertamente no hay garantías de que a ti te funcione. 

¿Puede ayudarme la medicación contra las náuseas? 

Pregúntale a tu médico acerca de la vitamina B6. Aunque nadie sabe exactamente por qué, a algunas mujeres les va muy bien. La dosis diaria recomendada de B6 es de 1,9 mg, pero tu ginecólogo puede permitirte tomar entre 10 y 25 mg, que es tres veces la dosis diaria, para ayudarte a combatir las náuseas severas. No tomes ésta ni ninguna otra vitamina sin que tu ginecólogo lo haya aprobado primero. 

Y si no hay nada de lo anterior que te ayude en absoluto, puedes pedirle al médico que te recete alguno de los medicamentos contra las náuseas que son seguros durante el embarazo. No hay necesidad de sufrir. Además, esperar demasiado para tomar la medicación adecuada puede hacer que este problema sea más difícil de tratar. 

Y si estás planeando quedarte embarazada de nuevo, toma una multivitamina en el momento de la concepción y al inicio del embarazo. Puede evitar que tengas náuseas severas, aunque nadie sabe por qué. 

¿Qué hago si no puedo mantener nada en el estómago? 

Llama a tu ginecólogo si no has podido mantener nada en el estómago (incluyendo fluidos) durante 24 horas, o antes si tu orina se ve oscura y huele fuerte y estás orinando de forma infrecuente (menos de cada 4 a 6 horas). También debes ponerte en contacto con tu médico si vomitas sangre, tienes fiebre o dolor abdominal o si te sientes extremadamente débil. (Si acabas de quedarte embarazada y todavía no tienes un ginecólogo o matrona asignados, ve a un hospital de urgencias.) 

Alrededor de un 1% de las mujeres embarazadas sufren una condición que se llama hiperemesis gravídica, que quiere decir literalmente “exceso de vómitos durante el embarazo”. Esta condición puede ser difícil de manejar, pero cuanto antes la diagnostiquen y comience el tratamiento, más probable es que evites los síntomas severos. 

Tu doctor ginecólogo querrá darte algunos fluidos intravenosos de inmediato ya que probablemente estarás seriamente deshidratada. Luego tendrá que hacer algunas pruebas para comprobar tus niveles de electrolitos y asegurarse de que no haya otra enfermedad que esté causando los vómitos constantes. Dependiendo de tu condición puede ser que necesites estar hospitalizada durante unos pocos días para que puedas continuar recibiendo fluidos intravenosos y medicación. 

Muchas mujeres se sienten mucho mejor después de estar hidratadas y pueden controlar sus síntomas con medicación contra las náuseas. En raros casos tendrás que continuar recibiendo terapia intravenosa en el hospital o en la casa. 

Si no se trata de forma adecuada la hiperemesis gravídica puede resultar en deshidratación crónica, pérdida de peso, malnutrición y otras complicaciones para ti y para tu bebé. 


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